jueves, 29 de diciembre de 2011

De animas suspendidas y musica sangrante...



 La antigua Yugoslavia, década 1950, una madre pianista en un hogar modesto. Luces apagadas. Mitad de la noche. Beethoven y su séptima sinfonía, segundo movimiento, suenan posterior a la cena y un niño vibra con las imágenes que produce su cerebro, experimenta la fascinación como nunca antes en su vida. Procesiones funerarias, imágenes expresionistas, horror incipiente, avant-garde. Este es el preámbulo que tuvo el mítico líder, llamado Mr. Doctor, del ensamble gótico progresivo sinfónico Devil doll. Hoy, El athame de Paracelsus rinde tributo a un proyecto que une al art rock, la música sinfónica y los tonos macabros en una sola voz: el sprechgesang del doctor en Filosofía y Criminología.

Bienvenidos sean al cinematógrafo empolvado, y una carcajada de luz que lo enciende...
 



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